REAL FÁBRICA DE ALCORA
REAL FÁBRICA DE ALCORA Inspirándose en la fina calidad del barro utilizado en la alfarería local, Buenaventura Ximénez de Urrea, Abarca de Boléa, noveno Conde de Aranda, fundó en 1727 la Fábrica de Cerámica de Alcora cerca de Valencia. El conde reconoció el creciente gusto por un estilo francés en las artes decorativas y contrató artesanos de las renombradas fábricas de Moustiers en el sur de Francia. Muchos de los primeros diseños de Alcora se basaron en el trabajo de artistas franceses, incluidos Jacques Callot y Jean Bérain. Alcora se especializó en loza vidriada con estaño (fayenza) y produjo vajillas, placas, medallones, figuras y bustos de retratos. Apoyada y protegida por la monarquía borbónica, Alcora se expandió rápidamente y su cerámica se exportó a Francia, Italia, Portugal y América. A la muerte del conde en 1742, la fábrica pasó a manos de su hijo, Pedro Pablo Ximénez de Urrea Abarca de Boléa. Bajo el liderazgo de Pedro Pablo, la fábrica produjo vasijas rococó exuberantes y coloridas y comenzó a fabricar vajillas de color crema (hechas de arcilla para pipa) y porcelana de pasta blanda. Alcora floreció hasta bien entrado el siglo XIX, pero a medida que el interés por los estilos rococó se desvaneció, también lo hizo la fortuna de la fábrica. 1
