1288 Papelera Nambán del periodo Momoyama (1573-1615) en madera con la técnica de la laca urushi, con pigmentos de oro e incristaciones de madreperla. Decorada con motivos vegetales, asas, cantoneras, escudo de cerradura y visagras en hierro dorado. Japón, finales del S. XVI - principios S. XVII. Medidas: 26 x 27 x 26 cm. Salida: 6.500 € 1288 1289 1289 Baúl Namban periodo Transición, con tapa en forma de medio cañon, soporte de madera con la técnica de laca urishi. Japón, 1630-1650. En el frente, laterales y en la tapa se desarrollan sencillas decoraciones vegetales y florales con makie dorado plano y en relieve, enmarcadas dentro de cartuchos ovalados o romboidales. En la tapa con pequeños trozos de nacar incrustados, técnica raden. Dejando el resto de la superficie apenas ornamentada. Todo ello con un marco rectangular con cadena floral, llamado shippô-hanabishi. La composición decorativa en cartuchos, alejada del tapiz vegetal del periodo tardío Namban, nos indica un proceso de japonización, características estas que anuncian la fase final de este estilo, situando su producción en este periodo transición, cuando los españoles y portugueses tenían ya grandes dificualtades para mantener sus labores comerciales con Japón, debido fundamentalmente a la política anticristiana llevada a cabo por el régimen de los Tokugawa. Medidas: 30 x 23 x 53 cm. Salida: 3.800 € 1290 Mesa en madera de roble, nogal y pino, con dos cajones en el frente tallados, sobre patas torneadas unidas por chambranas. España, S. XVII. Medidas: 82 x 88 x 183 cm. Salida: 1.500 € 76 1290
1291 1291 Pareja de perfumadores de plata calada y filigrana de plata, Cuba segunda mitad del S. XVII. Estos perfumadores pertenecían al Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción de Ecija que fueron estudiados en 1950 por el Catálogo Arqueológico y Artísitico de la Provincia de Sevilla (1) y fueron vendidos a un anticuario sevillano, en torno a 1960 para sufragar las múltiples reparaciones que tuvo que acometer el convento a lo largo del S. XX, lo que le obligó a desprenderse de otras muchas obras de arte. En 2001 Gerardo García León los localiza en una colección particular sevillana y los menciona en su tésis (2). Tienen un original diseño a base de dos partes prismáticas superpuestas, la superior más pequeña, abrazadas por costillas planas rematadas en voluta. Base apoyada sobre garras de león sobre bola y remate bulboso de hojas tipo acanto sujetas por figras humanas desnudas de abundante cabellera, a modoi de atlantes. En la fotografía del catálogo de 1950 se aprecia que el remate final era una pieza cilíndrica que se ha perdido. Si bien su decoración vegetal y el horror vacui pertenecen a la estética barroca, tiene elementos que perviven del manierismo como las costillas y la presencia de líneas rectas en sus perfiles. El uso de estas piezas podía ser tanto litúrgico en grandes ceremonias como profano y suntuario, como elementos de lujo y de estatus de sus propietarios. La ausencia de marcas hace dificil su ubicación en espacio y tiempo por lo que queda la comparación con obras similares como una cruz de altar en el Santuario de Nuestra Señora de las Nieves en la Isla de la Palma que tiene el mismo trabajo y las figuras humanas desnudas adronando la base y la peana. Esta pieza sería un trabajo realizado en la Habana pues tiene similitudes con una custodia de la Parroquia del Salvador de Santa Cruz de la Palma cuyo vástago lleva calados y unas figurillas desnudas muy similares y que se sabe fue ejecutada en La Habana en 1671. La platería cubana es bastante desconocida en España y sus piezas se confundían con la producción mejicana. Poco a poco se van estableciendo estudios que van desentrañando estos trabajos de platería cubana que llegan sobre todo a las Canarias más que a la península. Esto se debió a los lugares de las americas a los que emigraron los indianos canarios. Mientras los penínsulares optaban por los grandes lugares de los virreinatos, los canarios optaron por zonas menos desarrollados en torno al Caribe como Cuba. Diego Angulo ya sospechaba de la importancia de los talleres de platería de La Habana al ser esta una “población tan rica de vida comercial tan intensa”. Esos indianos mandarían las piezas como donaciones o las llevarían con ellos a su vuelta a las islas. Uno de los obradores cubanos más importantes de La Habana fue el Jerónimo Espellose donde se realizón hacia 1662-65 la cruz de S. Marcos Icod de los Vinos en Tenerife, que tiene un trabajo similar a nuestros perfumadores. Es característica la filigrana y la plata calada en la platería cubana así como las perejas de putti. Peso: 1,825 kg. Medidas: 29 x 15 x 15 cm. Bibliografía: Gerardo García León “Dos Piezas de Orfebrería Hispanoamericana Recuperadas”, Laboratorio de Arte 14 (2001) 231- 237; “El Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción de Ecija (Marroquíes)”, Marina Martín Ojeda y Gerardo García León y el artículo “Platería Cubana en la Isla de la Palma (Islas Canarias), Gloria Rodriguez Gonzalez en la revista Anales 10, Museo de América 2002. 1. “Catálogo Arqueológico y Artísitico de la Provincia de Sevilla. III” Sevilla 1950 p. 195; José Hernández Diaz, José Sancho Corbacho y Antonio Collantes de Terán”. 2. “El Arte de la Platería en Ecija. Siglos XV-XIX”, Sevilla 2001, Gerardo García León pág. 193. Salida: 16.000 € 77
Artes Decorativas Miércoles 15 de
BANKINTER C/ Príncipe de Vergara,
Del 2 | 12 | 2021 al 23 | 01 | 2022
1005 Veleta de hierro cortado. Medi
1015 Juego de cuatro copas Medici d
1022 Pareja de marcos de espejo est
1029 Philippe Charbonneaux (1917-19
1036 Lámpara de techo de cinco bra
1043 Lámpara de escritorio FASE, m
1051 Reloj de sobremesa estilo Luis
1057 Marco de espejo rococó, con d
1063 “Virgen” tallada en alabas
1070 1071 1072 1073 1074 1070 Copa
1079 Bastón con pomo de plata espa
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